martes, 15 de marzo de 2011

Descripción lingüística

De acuerdo con la categorización clásica de las lenguas; inflexivas, aglutinantes y aisladoras, el aimara es una lengua aglutinante. Mientras que de acuerdo con la clasificación moderna que tiene una escala continua desde lenguajes analíticos hasta los lenguajes sintéticos, el aimara está en la zona de los lenguajes sintéticos. Tiene numerosas de las características típicas del área lingüística andina.
Aspectos lingüísticos
El idioma aymara utiliza ampliamente sus recursos gramaticales y es muy valorado, dentro de su cultura, la utilización diestra del idioma, el uso diestro consiste en acatar las normas de respeto y cortesía construyendo juegos de palabras y figuras de dicción muy elaboradas. En cambio, el hablar mal induce sanciones negativas. El hablar mal consiste en el uso de oraciones cortas con un mínimo de formas morfológicas y sintácticas; brusca y secamente, sin prestar atención a lo que otros dicen. La sanción generalmente es el silencio, aunque el silencio también puede ser señal de cortesía hacia la persona que habla.(El difundido concepto del aymara como una persona estoica y silenciosa resulta en gran parte de su manejo del silencio como sanción negativa.
El conocimiento personal y no-personal
En la cultura y la lengua aymara, el hablante debe estar consciente de la fuente u origen de sus datos. Éste conocimiento personal y no personal de los hechos se expresan mediante determinadas formas gramaticales. Esto quiere decir que todo lo que el aymara hablante dice y sabe por sus propios sentidos se expresa de una forma gramatical, y lo que el aymara hablante conoce por fuentes externas (porque se lo han dicho, inferido, adivinado o leído) se expresa por otras formas gramaticales.
En la lengua aymara, esta distinción gramatical entre el conocimiento personal y el no personal es totalmente natural y la ausencia de tal dicotomía en otras lenguas les parece inaceptable.
Tal ha sido la influencia de esta distinción aymara en Bolivia y en el Perú que ha entrado al castellano andino. La adaptación se hace algunas veces por medio de las partículas quizás, seguro, siempre. En otros casos asignan ciertas flexiones verbales como por ejemplo la forma del futuro:
Ejemplo:
• la forma del futuro iré se usa para conocimiento no-personal
• mientras que la construcción ir a se usa para conocimiento personal
El futuro suele usarse en situaciones de duda, mientra que con ir a implica una promesa.
En el aymara no hay correspondencia con el pluscuamperfecto castellano, y éste generalmente se asigna para expresar el conocimiento no-personal, dejando el pretérito para expresar el conocimiento personal.
Ejemplo: Un aymara hablante que aprende inglés y escucha la oración:
• Ludovico Bertonio was the teacher Salvador Yapita (Ludovico Bertonio fue maestro de Salvador Yapita)
Entiende que el hablante conoció a ambas personas y que vio que Bertonio enseñaba a Yapita. En cambio si el hablante no los conocía, el aymara esperaría escuchar mas bien.
• Ludovico Bertonio has been the teacher Salvador Yapita (Ludivico Bertonio había sido el maestro de Salvador Yapita)
Las 4 personas del idioma aymara
El idioma aymara reconoce 4 personas gramaticales que son:
• 1 NAYA hablante incluido, destinatario excluido
• 2 JUMA destinatario incluido, hablante excluido
• 3 JUPA ambos excluidos
• 4 JIWASA ambos incluidos
Éste sistema cuadripersonal tiene dos componentes que son el hablante y el destinatario en dos estados (presente y ausente).
Éstas cuatro personas en aymara no especifican número (el número plural lo expresa el sufijo -naka)
• Nayanaka o Na:naka
• Jupanaka
• Jumanaka
• Jiwasanaka
Estas cuatro personas son ampliamente utilizadas en todo el sistema morfológico aymara.
Particularmente destaca la importancia que tiene la segunda persona (destinatario), pues es la persona que se expresa más frecuentemente en comparación con la tercera persona (hablante y destinatario excluidos). Es muy usual que en una conversación se indique la relación de la segunda persona con el asunto del que se habla mencionando usualmente al destinatario específica y cortésmente con el uso de redundancias sintácticas comprensibles en la segunda persona, pero absurdas en la tercera persona.
La cultura aymara siempre da una gran importancia a la segunda persona evitando darle mandatos, reconociendo su presencia y anticipando sus deseos.

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