martes, 15 de marzo de 2011

Escritura Aymara

Escritura

Emplea el alfabeto latino (incluyendo la ñ) y sólo un diacrítico, la diéresis (¨). Sus grafías (salvo la u, i) son invariables.

Gramática

Un hecho interesante del aimara es que en los pronombres tanto las formas de singular como las de plural tienen cuatro formas o "personas" gramaticales. Aunque dicha situación no es bastante común en el plural de muchas lenguas que tienen distinciones de clusividad, es bastante excepcional encontrar lenguas que tengan distinciones de clusividad en las formas formalemente de singular:

singular plural Nombre tradicional
[+ hablante][- oyente] Naya Na(ya)naka primera exclusiva
[+ hablante][+ oyente] Jiwasa Jiwasanaka (primera inclusiva)
[- hablante][+ oyente] Juma Jumanaka segunda
[- hablante][- oyente] Jupa Jupanaka tercera

Curiosidades

Hechos

• Según las investigaciones realizadas por Iván Guzmán de Rojas, en el idioma aimara por medio de nueve sufijos modales, es posible formular cualquier enunciado simple o compuesto que cumpla inequívocamente con las tablas de verdad de una lógica trivalente. El carácter estrictamente algorítmico de la sintaxis aimara, es decir, el hecho de que siguiendo una secuencia preestablecida de pasos lógicos siempre permita generar cualquier oración independientemente de su contenido, hace que este lenguaje sea muy apto para automatizar cualquier traducción de otro idioma a éste.

• Los aimaras otorgan un valor muy alto al uso correcto de su idioma, estiman su manejo creativo, inteligente y elegante y sancionan severamente el uso inapropiado y descuidado.

Gramática

• En aimara no existe un verbo equivalente al verbo ser del castellano.
Palabra Traducción Pronunciación estándar
tierra uraqi
cielo alajhpacha
agua uma
fuego nina
hombre chacha
mujer warmi
comer manq'aña
beber umaña
grande Jach'a
pequeño jisk'a
noche aruma
día uru

Fonética y fonología

Vocales

Como el quechua y el árabe clásicos, el aimara usa sólo tres vocales (a, i, u), sin embargo presenta alargamientos vocálicos, los cuales se representan con una diéresis [ ¨ ] sobre la vocal. Así que se usan 6 grafías vocálicas: a, ä, i, ï, u, ü. Cabe mencionar también el cambio que se produce en las vocales i y u en /e/ y /o/, respectivamente, frente a una consonante uvular (q, q', qh, x). No tiene diptongos, sino que usa semivocales (w, y).

Consonantes

El aimara considera 16 consonantes, si bien las oclusivas pueden ampliarse, y así se cuentan 26:

Fonemas (negro) y grafemas (violeta) consonánticos
Labial Alveolar Palatal Velar Uvular
oclusiva simple p p t t č ch k k qʔ q
oclusiva aspirada ph ph th th čh chh kh kh qh qh
oclusiva glotalizada pʔ p' tʔ t' čʔ ch' kʔ k' qʔ q'
fricativa s s x j χ x
nasal m m n n ñ ñ
aproximante lateral l l ʎ ll
aproximante w w r r y y
En el caso de las consonantes oclusivas, no existen consonantes como b, d o g. Sin embargo, hay tres formas de consonantes oclusivas: simples, glotizadas y aspiradas.

Morfofonémica

La morfofonémica aymara es una de las áreas más complejas e importantes de la estructura gramatical del idioma; las variaciones morfofonémicas están más ligadas a la morfología y la sintaxis del idioma que a la fonología. El aspecto morfofonémico más predominante en el idioma aymara es la supresión o retención de vocales.

La alternancia morfofonémica en aymara está condicionada morfológica y sintácticamente. Dentro de las palabras, el condicionamiento morfológico predomina sobre el condicionamiento fonológico, que es casi inexistente. Todos los morfemas en aymara, con sólo dos o tres excepciones, terminan en vocal. Estas vocales se retienen o se suprimen de acuerdo al ambiente morfológico circundante y/o a requerimientos sintácticos. La mayor parte de la alternación condicionada morfológicamente se realiza a través de influencia regresiva, aunque también hay algo de influencia progresiva. El sufijo en aymara que muestra influencia morfofonémica regresiva hace retener o suprimir la vocal final del morfema precedente.

Niveles gramaticales


Sintaxis

El uso de los sufijos oracionales define la oración aymara. Los sufijos oracionales pueden aparecer con todas las clases de raíces. No van seguidos de otros sufijos. Cada oración debe estar marcada por uno o más sufijos oracionales, los cuales sirven para definir el tipo de oración, o puede estar marcada por la supresión de un sufijo oracional dado. Una oración no requiere de verbo ni de nominal, pero sí requiere de los sufijos oracionales apropiados. Varias combinaciones de sufijos oracionales definen la oración declarativa, la oración interrogativa sí/no, la oración interrogativa de información. También marcan listas, alternativas, expresiones de sorpresa, la conjunción de oraciones, etc. El aymara no tiene verbo “cópula” como el verbo ser en castellano; la relación o la identidad se indica por medio de sufijos oracionales. El orden de palabras como tal tiene menos importancia en aymara que la morfología, sobre todo en vista de que la oración se define morfológicamente mediante los sufijos oracionales.

Morfología

El aymara define la mayoría de las relaciones gramaticales mediante la morfología más que la sintaxis. Las clases morfológicas básicas son raíces y sufijos.
Las raíces son morfemas simples que ocurren inicialmente en las palabras. Son de tres clases: partículas, nominales y verbos. Una clase de raíces de nivel más alto es la de los interrogativos que entrecruza a las demás clases. Las raíces nominales y las partículas son libres. Las sub-clases son de especial importancia dentro de la clase de raíces nominales. Las clases de sufijos, además de las dos que se han mencionado en la sección sobre sintaxis, incluyen: sufijos verbales (flexionales y derivacionales), sufijos nominales y sufijos que forman temas. Los sufijos verbales derivacionales son parte del genio de la lengua aymara; mucho del juego de palabras, estilo y destreza del hablante se evidencian por el uso de esta clase. Para que los troncos verbales funcionen como verbos se requiere de sufijos flexionales verbales, los cuales indican persona (con paradigmas de nueve sufijos en cada tiempo verbal) y tiempo (con modo y fuente de datos, además de tiempo propiamente dicho).
Los sufijos nominales actúan sobre el sustantivo al cual se unen, o indican una relación sintáctica entre el sustantivo y el verbo. Los sufijos que forman temas hacen verbos de los sustantivos y sustantivos de los verbos. Su uso es frecuente; son comunes muchas alteraciones temáticas en una sola palabra.

Concepción del tiempo y el espacio en el idioma aymara

El idioma aymara concibe el tiempo como ubicado en el espacio. Al contrario de los postulados lingüísticos indoeuropeos, el futuro está detrás de uno pues todavía no se ve, en tanto que el presente y el pasado están delante de uno pues ya se ha visto y se ve. De aquí nace la primera división de tiempos en el aymara: el futuro y el no-futuro, el presente y el pasado no se separan obligatoriamente; en cambio en las lenguas indoeuropeas la separación se da entre el pasado y el no-pasado, estando el futuro visible.
• Ejemplos:
• En castellano el presente y el futuro son visibles:
• Voy mañana
• Voy ahora mismo
• Voy todos los días
• En cambio el pasado es no-visible:
• Fui ayer
• En cambio, en el idioma aymara suelen emplearse metáforas espaciales para el tiempo:
Qhirpurkam significa Hasta otro día
Compuesto de:
Quipa detrás
uru día
-kama hasta
Categorización configuración / movimiento
El idioma aymara también se caracteriza por ser explícito respecto al movimiento, tanto verbalmente como nominalmente.
Los verbos del idioma aymara definen claramente la relación del movimiento definiendo la configuración y la conformación de lo llevado. Por ejemplo no se pueden mover objetos granulares con el mismo verbo con el que se mueven objetos cilíndricos. El movimiento está siempre presente y sólo se detiene con el uso de ciertos sufijos. En el idioma aymara un verbo sin sufijos derivacionales que marquen el movimiento dejan al oyente con la información incompleta.

Descripción lingüística

De acuerdo con la categorización clásica de las lenguas; inflexivas, aglutinantes y aisladoras, el aimara es una lengua aglutinante. Mientras que de acuerdo con la clasificación moderna que tiene una escala continua desde lenguajes analíticos hasta los lenguajes sintéticos, el aimara está en la zona de los lenguajes sintéticos. Tiene numerosas de las características típicas del área lingüística andina.
Aspectos lingüísticos
El idioma aymara utiliza ampliamente sus recursos gramaticales y es muy valorado, dentro de su cultura, la utilización diestra del idioma, el uso diestro consiste en acatar las normas de respeto y cortesía construyendo juegos de palabras y figuras de dicción muy elaboradas. En cambio, el hablar mal induce sanciones negativas. El hablar mal consiste en el uso de oraciones cortas con un mínimo de formas morfológicas y sintácticas; brusca y secamente, sin prestar atención a lo que otros dicen. La sanción generalmente es el silencio, aunque el silencio también puede ser señal de cortesía hacia la persona que habla.(El difundido concepto del aymara como una persona estoica y silenciosa resulta en gran parte de su manejo del silencio como sanción negativa.
El conocimiento personal y no-personal
En la cultura y la lengua aymara, el hablante debe estar consciente de la fuente u origen de sus datos. Éste conocimiento personal y no personal de los hechos se expresan mediante determinadas formas gramaticales. Esto quiere decir que todo lo que el aymara hablante dice y sabe por sus propios sentidos se expresa de una forma gramatical, y lo que el aymara hablante conoce por fuentes externas (porque se lo han dicho, inferido, adivinado o leído) se expresa por otras formas gramaticales.
En la lengua aymara, esta distinción gramatical entre el conocimiento personal y el no personal es totalmente natural y la ausencia de tal dicotomía en otras lenguas les parece inaceptable.
Tal ha sido la influencia de esta distinción aymara en Bolivia y en el Perú que ha entrado al castellano andino. La adaptación se hace algunas veces por medio de las partículas quizás, seguro, siempre. En otros casos asignan ciertas flexiones verbales como por ejemplo la forma del futuro:
Ejemplo:
• la forma del futuro iré se usa para conocimiento no-personal
• mientras que la construcción ir a se usa para conocimiento personal
El futuro suele usarse en situaciones de duda, mientra que con ir a implica una promesa.
En el aymara no hay correspondencia con el pluscuamperfecto castellano, y éste generalmente se asigna para expresar el conocimiento no-personal, dejando el pretérito para expresar el conocimiento personal.
Ejemplo: Un aymara hablante que aprende inglés y escucha la oración:
• Ludovico Bertonio was the teacher Salvador Yapita (Ludovico Bertonio fue maestro de Salvador Yapita)
Entiende que el hablante conoció a ambas personas y que vio que Bertonio enseñaba a Yapita. En cambio si el hablante no los conocía, el aymara esperaría escuchar mas bien.
• Ludovico Bertonio has been the teacher Salvador Yapita (Ludivico Bertonio había sido el maestro de Salvador Yapita)
Las 4 personas del idioma aymara
El idioma aymara reconoce 4 personas gramaticales que son:
• 1 NAYA hablante incluido, destinatario excluido
• 2 JUMA destinatario incluido, hablante excluido
• 3 JUPA ambos excluidos
• 4 JIWASA ambos incluidos
Éste sistema cuadripersonal tiene dos componentes que son el hablante y el destinatario en dos estados (presente y ausente).
Éstas cuatro personas en aymara no especifican número (el número plural lo expresa el sufijo -naka)
• Nayanaka o Na:naka
• Jupanaka
• Jumanaka
• Jiwasanaka
Estas cuatro personas son ampliamente utilizadas en todo el sistema morfológico aymara.
Particularmente destaca la importancia que tiene la segunda persona (destinatario), pues es la persona que se expresa más frecuentemente en comparación con la tercera persona (hablante y destinatario excluidos). Es muy usual que en una conversación se indique la relación de la segunda persona con el asunto del que se habla mencionando usualmente al destinatario específica y cortésmente con el uso de redundancias sintácticas comprensibles en la segunda persona, pero absurdas en la tercera persona.
La cultura aymara siempre da una gran importancia a la segunda persona evitando darle mandatos, reconociendo su presencia y anticipando sus deseos.

Etimología Aymara

La etimología original del glotónimo «aimara» se encuentra dentro de lo especulativo, aunque se sabe que proviene de un etnónimo originario de la región del Cusco.

Los documentos tempranos de la colonia no dan nombre propio al idioma, refiriéndose a él los cronistas Cieza de León y Pedro Pizarro como «lengua del Collao» y «lengua de los collas» respectivamente. En 1559, el licenciado Juan Polo de Ondegardo, a la sazón corregidor del Cusco, escribe la relación De los Errores y Supersticiones de los Indios tras haber convocado una junta de «indios viejos que habían quedado» (de la época inca) que le sirvieron de informadores. Por este medio, Ondegardo tuvo conocimiento de un grupo de mitimaes (una etnia desplazada por el estado) que era originario de la región cusqueña y que, en última instancia, había acabado asimilando el habla aimaraica de su nuevo entorno. Tomando la parte por el todo, se empezó a usar el nombre de la etnia trasplantada como nombre de todo el idioma, de manera que en las publicaciones producidas por el III Concilio Limense (1584-85), que incorporan también un extracto de la mencionada obra de Ondegardo, aparece por primera vez la palabra «aymara» explícitamente aplicada a la lengua. El uso predomina y se hace común con el tiempo, de modo que en 1612, la publicación del Vocabvlario de la lengva aymara de Ludovico Bertonio se limita a confirmar en su título un nombre ya establecido.

El pueblo indigena: Los aymaras

El aymara es un lenguaje andino hablado por un millón y seiscientos mil personas, en las proximidades del lago Titicaca. Por "pueblo aymara" entendemos al conjunto de individuos que tienen como lengua materna al aymara y también a las personas y grupos que claman para sí su identificación como aymaras. No existe un subgrupo étnico exclusivo del aymara y recíprocamente el lenguaje aymara no puede ser considerado una exclusividad de ningún subgrupo étnico. La lengua aymara está muy difundida y la hablan diversos grupos indígenas como los Qullas, Lupaqas, Qanchis, Carangas, Lucanas, Chocorvos, Chichas, y otros. Hoy, numerosos grupos aymara han adoptado la lengua quechua.

Los aymara fueron conquistados por los incas en el año 1450, cuando formaban unos 80 reinos dispersos en un amplio territorio y enfrentados entre sí. A partir de 1535 los españoles conquistaron el Altiplano boliviano al mando de Diego de Almagro y ocho años después, en 1542, el virreinato del Perú incluiría ya la totalidad de su territorio.
El pueblo Aymara
El pueblo Aymara es un pueblo milenario dedicado al pastoreo y a la agricultura usando técnicas ancestrales de cultivo. Tienen una economía complementaria, ya que los que viven en el altiplano poseen abundantes rebaños y escasos cultivos, mientras que los que lo hacen en la precordillera producen bastantes verduras frutas y semillas gracias al eficaz uso del suelo, mediante las tradicionales terrazas.
Debido a estas condiciones se generan relaciones de intercambio de productos entre pastores y agricultores. Esta forma de subsistencia se basa en el principio del ayne, que se refiere a la reciprocidad entre los aymarás: la petición de ayuda en el presente, será correspondida en el futuro.
UbicaciÓn geogrÁfica
Los Aymarás habitan, traspasando las fronteras impuestas por las naciones, desde las orillas del lago Titicaca y la cordillera de los Andes, hasta el noreste argentino. Más precisamente, según los últimos censos de Bolivia y Chile (1992) y del Perú (1993) existen 1.237.658 aymaristas bolivianos, 296.465 aymaristas peruanos y 48.477 aymaristas chilenos. También existen varias comunidades de las provincias argentinas de Salta y Jujuy que se autoproclaman aymaristas aunque no hablen esta lengua.
En Chile el pueblo Aymara habita en dos zonas del norte, en la Región de Tarapacá y, en menor proporción, en la Región de Atacama. en la franja precordillerana y altiplánica. Actualmente existen 48.477 Aymara (censo de 1992), de los cuales sólo 2.397 residen en sus territorios originarios, ubicados en las provincias de Parinacota-Putre y General Lagos. Esto significa que se está produciendo un abandono de los territorios precordilleranos y altiplánicos de sus ancestros.
La cosmovisión Aymara
El Aymara concibe su habitat como el medio andino que dio origen y bienestar a la comunidad. Para él existe una sola realidad conformada por dos ámbitos: el medio natural y el mundo sobrenatural. La cosmovisión Aymara se formó en diferentes épocas pasadas y refleja los grandes cambios de su historia. Es una visión religiosa que sacraliza la naturaleza y legitima la posición del hombre sobre ella. Así es como hoy denominan Costumbre a los ritos religiosos basados en sus antepasados y Religión a los rituales y símbolos de origen cristiano. 

La parte más antigua (costumbres) es la dirigida a los Achachillas o Mallkus, que son los espíritus de las montañas nevadas que circundan sus pueblos, a la Pachamama, y a la serpiente Amaru, vinculada a la subsistencia por las aguas, ríos y canales de irrigación de las tierras agrícolas (3.000 a 2.000 m. de altura).

El sistema de creencias Aymara es un ciclo ritual sincrético, en el cual coexisten y se integran dos componentes: el prehispánico, o sistema de creencias indígenas, anterior a la llegada de los conquistadores, y la religiosidad posthispánica que introduce la religión católica. El culto Aymara, sin embargo, es uno solo. Es un culto anual que se desarrolla al ritmo de las estaciones.
Espacios espirituales
Estos son los tres espacios espirituales del Aymara:
El Arajpacha simboliza la luz y la vida. Es el este u Oriente es lo que está adelante porque es el origen del agua y de la vida, el sol y las lluvias nacen allá, también significa dios cultivador y hacia allá se dirige la mirada (templos y casas deben mirar hacia él).
El Akapacha es el centro, son los valles y quebradas, es lo que está cerca, o Acá, donde habita el hombre Aymara, es el espacio que queda entre el cielo y el infierno o entre la vida y la muerte.
El Manquepacha simboliza la muerte y la oscuridad. Es el oeste. Allí es donde se pierden las aguas y termina la vegetación; es el desierto y también la dirección donde van los muertos. Allá se fue Viracocha, el dios creador y cultivador de Los Andes, (el que partió hacia la Gran Cocha) el Océano Pacífico, después de haber terminado su obra de creación
El principio del Tinku es del equilibrio y la reciprocidad entre él, la comunidad y estos espacios. (Tinku viene del verbo Tincuy; emparejar, equilibrar, adaptar). El Aymara persigue el Tinku entre el Arajpacha y el Manquepacha. El trata de vivir en armonía, buscando ser sabio en el Akapacha sin caer en los extremos.